lunes, 3 de marzo de 2008

Cuento sobre convivencia

Durante la era glacial, muchos animales morían por causa del frío. Los puercoespines, percibiendo esta situación, acordaron vivir en grupos; así se daban abrigo y se protegían mutuamente. Pero las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos, justamente a aquellos que le brindaban calor. Y por eso, se separaban unos de otros.

Pero volvieron a sentir frío y tuvieron que tomar una decisión: o desaparecían de la faz de la tierra o aceptaban las espinas de sus vecinos. Con sabiduría, decidieron volver a vivir juntos. Aprendieron así a vivir con las pequeñas heridas que una relación muy cercana les podía ocasionar, porque lo realmente importante era el calor del otro. Y así sobrevivieron.

La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón para lo suyos propios. Donde el respeto es fundamental!!!!!.

ANÓNIMO

4 comentarios:

vrubio31@gmail.com dijo...

Víctor Rubio La moraleja del cuento es que es mejor aguantar el dolor que te dan, que desaparecer. Mis espinas son echar la culpa a los demás

Anónimo dijo...

la moraleja es muy buena

pulga dijo...

prefiero vivir con lastimaduras antes de morir

pulga dijo...

la moraleja es muy buena soy nahuel humedes