Conferencia de José Antonio Marina
A propósito de la nueva asignatura "Educación para la convivencia" nos ha dejado, hoy en Zaragoza, algunas perlas el filósofo, escritor y catedrático de Filosofía de secundaria, José Antonio Marina:
Se considera "filósofo a la intemperie" y "optimista educativo".
Considera que hay que ser optimista para ser padre y para ser docente. Quién no sea optimista (educativo) mejor que no sea ni padre ni docente.
"La droga ha venido para quedarse". Por eso a los que caen en su embrujo hay que darles medios para que puedan defenderse.
Debemos beber en los "manantiales de la eficacia educativa".
La Educación para la ciudadanía ha nacido con mal nombre, en España, en Francia caería bien el nombre porque el concepto de ciudadanía está bien valorado.
Hay que recuperar el principio ético de la política.
Los seres humanos somos intrínsecamente sociales.
La inteligencia humana es una gran capacidad de generar problemas y resolver conflictos.
La historia de la humanidad ha sido feroz. Estamos en la mejor situación posible en la historia de la humanidad.
Hay valores morales, valores económicos, valores estéticos, ..., pero todos los valores se perciben a través de los sentimientos o a través de la razón.
Educación intoxicada de comodidad versus educación para el esfuerzo.
El concepto de voluntad en psicología desapareció en los años 20 y se cambio por el de motivación.
A los alumnos hay que darles mecanismos de control de su comportamiento, de saber decir NO.
Hay sentimientos buenos y malos. De estos algunos pueden ser agradables o desagradables. Pero no todos los desagradables son malos. El remordimiento es desagradable pero bueno.
La ética es laica pero reconoce el valor de la religión.
Las religiones deben ayudar a elevar los valores éticos.
"Si una persona tiene razón puede debatir con Dios o con cualquiera" (Santo Tomás)
Hay que evitar conflictos, discriminación, pobreza en el marco de los derechos humanos.
Reflexión: ¿Cuánta gente está trabajando para que tengas en casa agua corriente, energía eléctrica y otras comodidades a las que no les das valor?
O vivimos en la selva o en el mundo de la ética.
Es preciso una profunda educación en valores, saber lo que es bueno y saber hacerlo.
La gratitud es un buen sentimiento y la compasión es uno de los mayores sentimientos humanos.
Educar para dar oportunidades para que los educandos sean felices.
Relacionar escuela y felicidad, pero felicidad solidaria y no egoista.
La felicidad armoniza la satisfacción de dos grandes necesidades, pasarlo bien (placer) y hacer algo nuevo, crear y ser reconocido.
La gran necesidad del ser humano es ser reconocido.
Lo importante no es lo que tenemos sino el significado que le damos a lo que tenemos. Cuento de los 3 canteros; el primero dice: estoy picando la piedra, el segundo, estoy levantando un muro, el tercero, estoy construyendo una catedral.
Todos educamos queramos o no. No debemos hablar de educación sin ponerle un adjetivo. Todos educamos pero educamos bien o mal.
Nunca ha habido tanta comunicación familia-hijos como ahora.
Antes nos educaba el barrio, el pueblo. Para educar un niño hace falta toda una tribu. Para educar bien a un niño hace falta una buena tribu.
En esta sociedad tenemos la sensación, a veces, de estar instalados en una impotencia confortable.
La objeción de conciencia de la futura asignatura de "educación para la ciudadanía" no tiene ningún sentido. A veces la objeción de conciencia actúa como una válvula de la ética.
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