Padres sin brújula
EL ECLIPSE DE LA FAMILIA O PADRES SIN BRÚJULA (Ana Ayuste)
La familia es una institución que ha cambiado profundamente y lo ha hecho de manera más rápida que la propia institución educativa, como podemos observar en el elevado número de divorcios en todos los países industrializados de occidente, en el hecho de que cada vez más personas viven solas y en el aumento de las familias homosexuales, monoparentales y de las familias con hijos de diferentes matrimonios.
La sociedad industrial se edificó sobre la situación desigual entre hombres y mujeres. La división social del trabajo en función del género especializó a los hombres en el trabajo pagado y a las mujeres en el trabajo doméstico y en el cuidado de la familia. Sin embargo, la equiparación legal entre hombres y mujeres y el acceso de esta última a la educación y al mercado de trabajo han cuestionado la familia nuclear tradicional.
Las nuevas condiciones sociales, económicas y culturales están permitiendo que un número creciente de personas puedan liberarse de los roles tradicionales de género y ocuparse de su propia vida. Sin embargo, "la legitimidad del derecho de cada uno a definir su propia vida supone que los adultos adoptan frente a sus hijos una conducta menos autoritaria, menos impositiva. El mundo objetivo que se transmite es menos unidimensional, menos seguro, menos estable" (Tedesco, 1995).
Aun así, no cabe duda de que globalmente estamos ante la generación de padres y madres más preparados y más sensibles a la educación de sus hijos e hijas. Los niños disfrutan, hoy, de un número mayor de posibilidades educativas, pero la falta de tiempo para la crianza, a causa de un mercado de trabajo cada vez más flexible en el que productos, procesos, horarios y espacios varían constantemente, y la desorientación o la inseguridad, dificultan cada día más la tarea educativa de las familias.
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